Con la llegada inminente de la navidad, Raquel, ya sin escayola, paseaba por el centro comercial cogida de la mano de Fernando.
Miraban diferentes escaparates. En uno de los locales, Alfonso terminaba unas compras. Una mujer a su lado lo miraba, preguntándole algo.
No sabía que Raquel tuviese novio. El descubrimiento lo molestó, y salió a la puerta del local, sin parar de mirarla.
En ese escaparate, la maniquí llevaba una minifalda.
Fernando sobó las piernas de Raquel, haciéndole algún comentario. Ella reía y el chico le dio un beso en los labios.
Y pararon en la tienda de ropa interior, abalorios y complementos.
Entraron en ella. Y veinte minutos después, salían. Ella llevaba una bolsa del local.
Alfonso estaba cerca, pero no le vieron, aunque él sí les vio, y les oyó.
-Póntelo esta noche.- decía el muchacho
-Hay que esperar, ya te lo dije.
-No sé si a los demás les gustará.
-Pues luego lo vemos en casa de Jaime. Seguro que a todos les gusta.
Fue suficiente para Alfonso. Le habían tomado ventaja, les siguió, furioso, pero ellos llegaron al aparcamiento y se alejaron en la moto de él.
Resopló, su expresión, demostraba claramente que Raquel le había vuelto a defraudar.
Pobre Raquel, apuesto a que es un malentendido...me tienes intrigada!
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